Los polos se están derritiendo!
Esta es una advertencia que continuamente escuchamos en lo medios de información. Pero ¿qué es lo que realmente está sucediendo en estas regiones del planeta? Precisamente es lo que científicos de 60 naciones tratarán de averiguar durante dos años de intenso trabajo.
El año Polar Internacional es un gran proyecto que tiene como objetivo conocer y estudiar, desde distintas áreas científicas, el pasado y el presente del Ártico y el Antártico, con el fin de determinar qué acciones son las más adecuadas para su preservación.
Las aproximadamente 200 investigaciones que se realizarán, se enfocarán a saber más sobre cómo los polos influyen en el funcionamiento del resto del planeta; se pretende saber cómo fue, cómo es y cuál será el futuro de las capas de nieve que cubren las zonas polares y cómo afectarán al nivel del mar y al clima. El grupo multidisciplinario de especialistas trabajarán para saber más del planeta y su origen, y también para conocer cómo se adaptan los diversos organismos a condiciones extremas de oscuridad y frío.
De igual manera, está considerado estudiar aspectos sociales, como la cultura y la historia de las comunidades de las zonas polares.
Este proyecto que iniciará en marzo de este año y concluirá en marzo del 2009, lo organizan dos instituciones; el Consejo Internacional para la Ciencia y la Organización Meteorológica del Mundo.
Estaremos muy atentos a los resultados que vayan surgiendo de este importante proyecto.
Los últimos 50 años han sido los más cálidos del milenio. Y no por causas naturales, sino por culpa de los gases contaminantes, que provocan el efecto invernadero. Este consiste en una concentración de gases tan alta que forma una barrera que impide que la radiación del Sol y el calor de la Tierra sean expulsados al espacio exterior. Como si alguien hubiera cubierto la atmósfera con un plástico de invernadero, el calor rebota contra la capa de gases sin poder escapar, haciendo que suban las temperaturas.
Así nos encontramos con que, según un estudio de la revista científica Science, poco a poco se están fundiendo las nieves perpetuas del Himalaya, y muchos glaciares que siempre han estado unidos a la Antártida se separan del continente para fundirse en el mar.
Más aún: si continuamos a este ritmo, los expertos avisan que el casquete polar que forma el Ártico comenzará a fundirse en breve. Dentro de 10 años, lo que hoy es puro hielo podría licuarse como si fuera un helado extraído del congelador para que se derrita. Claro que otros científicos no creen que el cambio sea tan rápido, y aseguran que este desastre no ocurrirá hasta, aproximadamente, el año 2080.
Otro pronóstico de los científicos es que, si efectivamente el hielo del Artico llega a fundirse, podría habilitarse una vía marítima en ese espacio. Esta vía, que ya se ha bautizado como Paso Noroeste, transcurriría por Islandia, Groenlandia, Canadá y Alaska. Así, los miles de barcos que cada día transportan mercancías entre Japón, China y Europa atajarían considerablemente.
¿El peligro? La fauna local (osos, focas, pingüinos) se quedaría sin buena parte de su espacio vital y vería reducida su zona de caza. También los esquimales perderían las zonas heladas que han utilizado durante siglos para cazar. Y, en general, toda la zona se vería agredida por el intenso tráfico marítimo.
Así nos encontramos con que, según un estudio de la revista científica Science, poco a poco se están fundiendo las nieves perpetuas del Himalaya, y muchos glaciares que siempre han estado unidos a la Antártida se separan del continente para fundirse en el mar.
Más aún: si continuamos a este ritmo, los expertos avisan que el casquete polar que forma el Ártico comenzará a fundirse en breve. Dentro de 10 años, lo que hoy es puro hielo podría licuarse como si fuera un helado extraído del congelador para que se derrita. Claro que otros científicos no creen que el cambio sea tan rápido, y aseguran que este desastre no ocurrirá hasta, aproximadamente, el año 2080.
Otro pronóstico de los científicos es que, si efectivamente el hielo del Artico llega a fundirse, podría habilitarse una vía marítima en ese espacio. Esta vía, que ya se ha bautizado como Paso Noroeste, transcurriría por Islandia, Groenlandia, Canadá y Alaska. Así, los miles de barcos que cada día transportan mercancías entre Japón, China y Europa atajarían considerablemente.
¿El peligro? La fauna local (osos, focas, pingüinos) se quedaría sin buena parte de su espacio vital y vería reducida su zona de caza. También los esquimales perderían las zonas heladas que han utilizado durante siglos para cazar. Y, en general, toda la zona se vería agredida por el intenso tráfico marítimo.